La luna estaba tan llena como su cartera. 300 euros y una entrada para el partido de la Champions de esa noche. El Madrid se jugaba el pase a la final y había que estar con el equipo, era una noche para no perdérsela.
Media hora después de abandonar el rellano de su casa, José yacía en el suelo a unos 10 metros de su coche. Después de tomarse un par de cervezas en el bar de abajo y de charlar con algunos conocidos, se dirigió hasta su Clío verde con el ambientador del Madrid que colgaba del retrovisor. Algo le golpeó por detrás y cayó inconsciente en la acera, en el mismo momento en el que los jugadores salían al Bernabeu para realizar el calentamiento.
Cuando lo encontraron, en la cartera estaban los 300 euros, pero la entrada de fútbol había desaparecido. Raro país este que mata por ver a 22 tíos correr detrás de una pelota.