Desde su torre de socorrista soñaba con verla todas las tardes cuando se ponía el sol, a lo lejos, sentada en las rocas. Estaba enamorado de su pelo largo, sus brazos interminables, su sonrisa eterna y su cuerpo esbelto, desde la cabeza hasta la punta de su cola.
Se empezaron a acumular hojas alrededor de mis pies. Una tarde y otra y otra más. Hasta que un día, me di cuenta de que no podía moverme. Los perros se tumbaban a mi sombra, los enamorados marcaban mi "piel" con sus cursiladas y los niños me utilizaban de poste...
De repente una lágrima empezó a asomar por su ojo derecho. Y luego otra por el izquierdo. Y otra mas. ¿Qué estaba pasando? Aquel hombre rudo, frío como el hielo, ¿se estaba volviendo vulnerable....o sólo fue cosa de aquella niña rubia y regordeta que le dijo papá por primera vez?
Hay viajes que nunca se olvidan. Nunca olvidaré cuando viajé por tu cuerpo la primera vez. Me perdí entre curvas, montañas y multitud de lunares. Y me encontré en el manantial de tu cálida boca al que volvía una y otra vez.
miércoles, 4 de marzo de 2015
¡He vuelto! Después de casi un año sin poder actualizar porque no me dejaba el blog actualizar, por arte de magia ahora si me deja.... Bueno lo importante es que ya puedo seguir actualizando y tengo que ponerme al dia. Ahora solo falta que me venga a visitar la inspiración....o voy yo a buscarla.