Cuando escuchó el disparo echó a correr. Un sudor frío le recorrió el cuerpo. No quería mirar atrás, pero le venían pisando los talones. Sentía la respiración de alguien a su espalda. Miró de reojo y allí estaba. Pero no se rindió, siguió corriendo y en un último esfuerzo entró en la meta con una sonrisa en los labios. Lo había conseguido.
Buena carrera, aunque fuera forzado por el miedo.
ResponderEliminarUn saludo indio
Muy bueno, parece otra cosa y al final... engañas, engañas y esta muy bien engañado
ResponderEliminarGran carrera, pardiez.
ResponderEliminarBlogsaludos
Muchas gracias a los tres,
ResponderEliminarla verdad es que engaña un poquito jaja
besos
Rebeca
ResponderEliminarque bueno! me engañaste jeje
Bsos!!
Grande la idea, Marialuisa. Me engañaste como a un tonto.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bueno! No sabía que corrían por miedo :)
ResponderEliminarMuy buen micro, contundente final. ¡Suerte en la Reunión!
ResponderEliminarSí, me ha gustado...a todos nos has hecho creer que era toda una persecución con pistola en mano y hasta hemos palpado el miedo del protagonista que lo único que intentaba era llegar el primero. Saludos y suerte.
ResponderEliminarPues yo también estaba completamente perdido con la historia. Me gustan estos engaños.
ResponderEliminarSaludos
Qué bueno! Engaños como éste no sólo son perdonables: se agradecen. Un saludo.
ResponderEliminarDemuestra la parcialidad de los puntos de vista. Sorprende
ResponderEliminarBuen final sorpresivo, suerte en la reunión. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Marialuisa
ResponderEliminarQuería invitarte a que pases por mi blog y leas la narración homenaje a todos los compañeros de anónima: http://azullavable.blogspot.com/2010/10/ejercitando-la-derrota.html
Saludos
Julio