Era la primera vez que veía su cara. No soy muy dada a las citas a ciegas pero mis amigas me convencieron. Me gustó desde que lo ví entrar por la puerta del bar. Allí estaba, con su ramo de rosas rojas para regalarme... Por la cara que puso cuando me vió, supe que yo no le había gustado. Desvió la mirada y empezó a decir "rosas a un euro..."
¡Qué bueno! Un final nada inesperado, me ha gustado mucho esta "cita a ciegas". Imagino que le compraría una rosa roja.
ResponderEliminarBesicos
Nooooo!!! que cruel!!
Eliminar=(
Eso es lo malo de las citas a ciegas... por eso yo no las acostumbro =)
Besos niña!
Te extrañeeee!!!!
A mi tampoco me gustan,
EliminarYo también te eché de menos
un beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarUna situación muy triste para ella y sumamente incómoda para él. Es el peligro que tienen las citas a ciegas.
ResponderEliminarBesos.
jajajaja...muy bueno...como despistar sin sin visto... las citas a ciegas son muy muy peligrosas...
ResponderEliminar¿Como vá todo amiga ?...
Besos.
jajajaja buenísimo!! jajaj
ResponderEliminarRebeca