De repente una lágrima empezó a asomar por su ojo derecho. Y luego otra por el izquierdo. Y otra mas. ¿Qué estaba pasando? Aquel hombre rudo, frío como el hielo, ¿se estaba volviendo vulnerable....o sólo fue cosa de aquella niña rubia y regordeta que le dijo papá por primera vez?
Eyaculador precoz
Hace 2 días
Yo pensaba que estaba cortando cebolla. Ja, ja.
ResponderEliminarQue sentimiento,buen micro relato,escribe muy bien,bonito blog,un saludo.
ResponderEliminarFeliz Lunes.
Que bonito..nadie es tan impasible como el hielo
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