Era uno de mis sueños de niño, matar a mi padre. Lo hice sin que se diera cuenta. Un café muy cargado y con unas gotas de arsénico le esperaba en el desayuno. Se lo tomó rápido, y mientras leia el periódico, cayó al suelo. Murió en el acto.... En ese mismo momento sonó el despertador y la voz de mi padre retumbó en mi habitación: ¡A desayunar!
Criptografía
Hace 5 días
Espero no tener nunca niños como ése... ¡qué miedo!
ResponderEliminarcasi tanto así lo quiero a mi papá
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