Era mi debilidad, al igual que el chocolate y las puestas de sol en la playa. Así que decidí lanzarme a la piscina. Cuando abrí los ojos, empapado, vi como los suyos me miraban. Aquella socorrista era el amor de mi vida.
Cariño, tenemos un poema (Accésit Rincón de la Victoria)
Hace 19 horas
Cuando se quiere de verdad merece la pena cualquier riesgo q se tome.
ResponderEliminarBesos Pilo
Y le salvó???
ResponderEliminarMe gusta pensar que si, que lo salvó :)
ResponderEliminarEl amor consigue este tipo de locuras, ays pobres enamorados, jejeje
ResponderEliminarUn saludo indio
¿Una locura cuerda ?...
ResponderEliminarMuy bueno...
FELICES FIESTAS¡¡¡¡
Un beso grande.