viernes, 23 de abril de 2010

SOLDADITO VALIENTE

El cajón de los juguetes de pronto cobró vida. Empezaron a salir corriendo todos. El payaso de colores, los animales de la granja, el coche de policía y el de bomberos adelantaron a los demás. Todos huían despavoridos ante el rugido del dragón.
Todos menos uno. El soldadito de plomo se colocó delante de la bestia, reunió todo el valor que podía caber en su pequeña figura y le apuntó con su rifle.
En ese momento se acordó de Martita, la hermana de Jose. A la niña, de tres años, no le gustaban las armas, y había decidido sustituir la del soldadito por una pequeña cuchara de su cocinita.

Cerró los ojos y rezó para que por la boca del dragón salieran los caramelos que la niña había metido el día anterior. Si no, sería recordado como “el soldadito valiente”.

2 comentarios:

  1. Mi enhorabuena, Maria Luisa:
    Me gustó mucho tu cuento "SOLDADITO VALIENTE". Las primeras cuatro líneas son especialmente magistrales.
    Un saludo,
    PABLO GONZ
    http://pablogonz.wordpress.com

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  2. Muchas gracias Pablo, me alegro de que te gustase

    saludos

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