Sentí una presencia extraña en la habitación. Se lo comenté a mi esposa, que dormitaba a mi derecha, pero dijo que eran imaginaciones mías. Alguien respiraba aceleradamente en algún rincón del dormitorio, estaba seguro. De repente, la cortina de la ventana se movió y encendí la luz. Es el aire, dijo ella abriendo un ojo. Me levanté y la cerré. Fuera, en la noche oscura, un joven orinaba en nuestro jardín.
Criptografía
Hace 4 días
ja! realidad o ficción? y es que solo las causalidades existen!!
ResponderEliminarabrazos
Qué bueno!...
ResponderEliminarUn abrazo Marialuisa y mi felicitación
Intrigante relato, ese final nos deja la miel en los labios. Bien jugado. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Que manera de respirar entonces! Muy buen relato. Tengo tanto que aprender de ti.
ResponderEliminarBueno, ya hice un intento con lo del carrete y la sirena... inspirada en tu brevedad :)
¿lo logré? :P
Un beso amiga!
mar