Cuando mis padres empiezan a jugar a las peleas, yo me escondo debajo de la cama. Desde allí oigo los insultos y golpes, veo como papá zarandea a mamá y ésta no deja de llorar y gritar. Siempre acaba en el suelo, papá se va con un portazo y yo la ayudo a levantarse.
Hoy ha sido distinto. Menos gritos y sólo se oyó un golpe. Mamá me ha ayudado a salir de debajo de la cama. Sonreía. Creo que esta pelea, la ganó ella.
Hoy ha sido distinto. Menos gritos y sólo se oyó un golpe. Mamá me ha ayudado a salir de debajo de la cama. Sonreía. Creo que esta pelea, la ganó ella.
Tu post lo sentí... como esas bofetadas que te dá la realidad para darnos cuenta de que entornos así.. tristemente...existen. Son batallas en las que nadie gana. Cuando hay violencia, de cualquier tipo... todos pierden.
ResponderEliminarUn beso amiga
Tremendo lo que nos cuentas hoy.De alguien asustado y acostumbrado a la violencia y a "rescatar" a su madre hasta que llega el dia ...pero sigue siendo violencia, por desgracia.
ResponderEliminarBesos amiga .
Genial, Marialuisa.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Besos.
¡Bravo, Marialuisa!. El final, lo mejor de todo. Ya está bien de tanta violencia, siempre en la misma dirección. No deja de ser violencia pero es "en respuesta a...".
ResponderEliminarUn beso y mis felicitaciones.