Tenía cincuenta globos en la mano y soñaba con salir volando como en las películas que veía cuando era niña. ¡Gracias!, tenía que ir al servicio – le dijo el vendedor de globos con una sonrisa, y le regaló uno.
lunes, 14 de junio de 2010
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Generosa la criatura.
ResponderEliminarBlogsaludos