Todos los miércoles voy a visitarlo. Él siempre me pregunta por mi marido. Que si no se enfada porque yo venga a visitarlo, que qué tal le va en el trabajo, que si sigue jugando al dominó,....
Yo le contesto, casi con lágrimas en los ojos, y él me mira con la dulzura de siempre. Igual que cuando nos casamos, hace cuarenta años, aunque él ya no se acuerde.
Tristísimo, el olvido y el recuerdo se reencuentran en alguna parte de la mente.
ResponderEliminarUn saludo
Que bonito.
ResponderEliminartristísimo!! es el alemán que viene pisándonos los talones
ResponderEliminarMuy triste, pero muy real..
ResponderEliminarBesos Pilo
Magnífico micro que se hace eco de una triste realidad. Me ha encantado. Saludos
ResponderEliminarTriste, precioso y... real.
ResponderEliminarCon los pelos de punta que me has dejado.
Un abrazo querida Marialuisa.
Sin palabras. Un beso.
ResponderEliminarEs precioso.
ResponderEliminarSaludillos
Muy bonito y triste a la vez. Abrazos.
ResponderEliminarMucho sentimiento y tristeza :S
ResponderEliminarUffff, qué duro. Una de mis prácticas fueron en un centro de enfermos de Alzheimer y pude vivir de cerca la enfermedad...
ResponderEliminarAy amiga :[
ResponderEliminarse me apachurro mi corazoncito
que triste
Un besito cuerdo
:P
M.
Hermoso con su mezcla de ternura y tristeza y sugerente de instituir la eutanasia.
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